La eliminación de Boca en Brasil dejó un saldo escandaloso desde todo punto de vista. Po los goles mal anulados en los partidos de ida y vuelta, por la decisión de la policía brasileña y por las trompadas del final que no hacen más que ensuciar un poco más lo sucia que está la Conmebol a nivel mundial.
En medio del descontrol, uno de los más sacados fue Marcos Rojo. El ex jugador de Estudiantes anduvo a las trompadas, primero, y cuando la situación estaba desbordada agarró ¡un matafuego! Para tirarlo en medio de la gresca.
Por suerte apareció Marcelo Weigandth para frenarlo a tiempo. De los incidentes participó toda la delegación de Boca, incluidos directivos e integrantes del Consejo de Fútbol. De hecho, el plantel no pudo regresar al país tal cual lo previsto ya que fueron demorados por la justicia.