Tras la victoria de la Selección en la semifinal ante Croacia, miles de personas coparon las calles de la ciudad festejando una nueva clasificación a una final del mundo.
El epicentro se dio en la tradicional esquina de 7 y 50 donde los hinchas coparon unas 4 cuadras a la redonda, portando banderas y camisetas con los colores argentinos.
Las reverencias a Messi, Julián Álvarez y Emiliano Martínez fueron una constante y la ilusión de volver al mismo lugar el domingo está más latente que nunca. Los festejos se multiplicaron en cada esquina de la ciudad y la felicidad fue plena.