Luiz Inácio "Lula" da Silva asumió este domingo la presidencia de Brasil, luego de imponerse en el ballotage de octubre con el 50,9 por ciento de los votos, enterrando el sueño reeleccionista de Jair Bolsonaro, quien consiguió el apoyo de un 49,1 por ciento de los votantes.

La asunción significó un día de fiesta para el 51% de Brasil, que vio como se terminó uno de los procesos más nefastos que vivió el país en la era moderna. Ahora, Lula tendrá la difícil misión de volver a darle a Brasil equidad y paz, algo que parece sumamente difícil a partir de la división que vive el país y la enorme cantidad de habitantes que perdieron los derechos adquiridos durante los dos primeros mandatos de Lula.

A la asunción llegaron diferentes mandatarios de distintos lugares del mundo, entre ellos el presidente argentino Alberto Fernández, quien reiteró su beneplácito a un nuevo mandato de uno de los grandes líderes políticos que tuvo el mundo en las últimas dos décadas.