El congreso de Perú destituyó al presidente Martín Vizcarra por “incapacidad moral” para ocupar la presidencia después de que avanzaran contra él distintas causas de corrupción. El funcionario acató la resolución y dijo irse con la frente en alto.

Las denuncias en su contra datan de 2014, cuando Vizcarra era gobernador. En aquel entonces habría recibidos distintos sobornos que fueron investigados durante varios años. El ahora ex presidente peruano anunció que no comenzará acciones legales para recuperar su puesto.

“Me voy con la conciencia tranquila y el deber cumplido”, sostuvo Vizcarra, quien ha gozado de niveles récord de popularidad en sus 32 meses de gobierno, lo que se reflejó con marchas y cacerolazos en su apoyo en Lima y otras ciudades luego de ser destituido.

Los seguidores de Vizcarra sospechan de un entramado político ideado por un grupo de empresarios peruanos enemistados con el ex presidente que incluyó, entre otros, a quien asumirá el cargo: Manuel Merino, un reconocido empresario que es el Jefe del Congreso.

El proyecto para remover al mandatario peruano fue aprobado con 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones, superando los 87 votos necesarios. a partir de esta situación se abre un nuevo capítulo en la política peruana, que es uno de los países más equilibrados de Latinoamérica en lo que respecta a economía y crecimiento.