miércoles 08 de mayo de 2024 - Edición Nº1981

Política y Economía | 29 ene 2021

Formosa: la pseudomonarquía que se mueve al compás de su majestad Insfrán

Formosa volvió a ser noticia durante los últimos días por la denuncia de violación de derechos y posibles centros clandestinos ocultos detrás de alojamientos para enfermos con Covid-19. ¿Por qué todos cuestionan al gobernador Insfrán y gana siempre las elecciones? El cuestionable silencio del presidente.


Formosa es sinónimo de convulsión. De feudo. De desigualdad. De pobreza. De injusticia social. De corrupción. De manejos espurios. De clientelismo político… podríamos estar un rato largo enumerando adjetivos para describir la realidad de una de las provincias más complicadas del país que sumó en la última semana graves denuncias en torno al manejo de su majestad, el gobernador Gildo Isfrán.

Todo comenzó una semana atrás cuando una concejal, Celeste Ruíz Díaz, fue detenida con extrema violencia por denunciar condiciones inhumanas en diferentes centros destinados al aislamiento de pacientes con Covid-19.

Las imágenes recorrieron el país y pusieron de manifiesto un problema grave.  El reclamo estaba motivado por la situación de 19 personas, que son obligadas a realizar el aislamiento por coronavirus en la Escuela N° 18 de Formosa, a pesar de haber dado negativo en sus tests, en condiciones inhumanas.

A partir de que la situación tomó estado público las denuncias se multiplicaron. Las personas se animaron a hablar y varias de ellas contaron que los llevaron “de madrugada a centros de aislamiento donde había 50 personas, 4 duchas y 4 baños”.

La minimización del abuso

Las imágenes resultaron tan elocuentes que una catarata de opiniones e intervenciones oficiales desataron una enorme polémica y levantaron el velo de lo que sucede en el reinado de Insfrán.

El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, se acercó a recorrer la provincia y dijo que “es casi un chiste decir que en Formosa hay un centro clandestino de detención”. El senador José Mayans fue en la misma línea, aunque con mayor falta de tacto: “En pandemia no hay derechos”, dijo sin ponerse colorado.

El mismísimo presidente Alberto Fernández, o emitió ninguna opinión al respecto, cosa ue lo expone considerablemente porque Formosa forma parte del país que gobierna e Insfrán es uno de los gobernadores más cercaos a su gestión. De hecho, se mostraron juntos en varios actos de campaña y el funcional Gildo formó parte del reducido grupo que acompañó a Fernández en el escenario el día de la victoria en las últimas elecciones.

Insfrán, el rey de Formosa

Gildo Insfrán tiene 75 años y es hace 25 gobernador de Formosa. Específicamente desde el 10 de diciembre de 1995. Atrás dejó su carrera de veterinario para dedicarse a la política. Fue vice gobernador durante 6 años, por lo que los últimos 33 años marcó el ritmo de la provincia.

A pesar de marcado empobrecimiento que tuvieron las clases más bajas de la provincia, Insfrán ganó 7 elecciones consecutivas con un promedio de aceptación del 70%. Sus opositores denunciaron fraudes, clientelismo político, compra de votos, amedrentamientos a candidatos, etc, pero el formoseño lo sigue votando e Insfrán sigue gobernando.  

La tragedia lo golpeó duro en 2003, cuando su hijo se suicidó con apenas 17 años. Durante el gobierno de Cambiemos, el presidente Macri denunció que el de Insfrán era una “monarquía de facto”. Lejos de ponerse colorado, el bueno de Gildo denunció al presidente de querer intervenir la provincia.

Formosa es una de las provincias más pobre del país y con peor calidad de vida. casi no existe el desarrollo privado y el 70% de la población subsiste mediante el empleo público. Sí, el 70%. Exactamente la misma cantidad, en promedio, que tiene Insfrán cada vez que es reelecto.   

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