El Estadio Ciudad de La Plata vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Con el techo roto, sin competencia oficial y sin Copa América, su funcionalidad vuelve a ser tema de discusión entre los platenses.  

Desde hace ya varios meses es un secreto a voces que el estado del estadio dista de ser el mejor.  Pese al esfuerzo del director del predio, Federico Vismara, por disimular las falencias que tiene, el estado del techo, la conectividad, la falta de mantenimiento y el inicio de problemas estructurales conviven en 532 y 25.

Desde que el techo se rompió, jamás fue arreglado. Ni siquiera la cercanía de la Copa América fue motivo de acceso para una partida extraordinaria que llegaría, recién, en 2022. Esa decisión no cayó bien en los organizadores, que con la excusa de que no habrá selecciones invitadas reacomodaron el fixture y retiraron la Sede de La Plata.

Para colmo de males, ni Gimnasia ni Estudiantes lo utilizan, ya que el Pincha inauguró su estadio y el Lobo amagó con fijar localía allí, pero por el estado del campo de juego desistió por recomendación de sus entrenadores.  Ante la falta de actividad, la Administración elevó presupuestos para algunos partidos de Copa Argentina, pero los organizadores salieron espantados al ver los números.

Con algunos eventos programados pero sujetos a la evolución de la pandemia, el Estadio busca reinventarse, aunque sin demasiada suerte. Atrás quedaron los recitales, los eventos deportivos de magnitud y el ingreso de un flujo de dinero sumamente importante para la ciudad. A 30 años de la colocación de su piedra fundacional, la discusión acerca de uso vuelve a estar en boca de los platenses.