La cámara Argentina de Comercio anunció que la actividad comercial en la ciudad cayó un 85%, focalizando un crecimiento exponencial durante los meses de mayo y junio de 2021. Los números no hacen más que mostrar una realidad muy compleja entre los comerciantes, que buscan un plan de salvataje para poder seguir trabajando.

El comercio fue uno de los rubros más afectados por la pandemia en el mundo entero, pero en Argentina el impacto se sintió un poco más por la crisis económica que acarreaba el país. Entre cierres, clausuras, imposibilidades de pago y suspensiones, la actividad comercial en la ciudad cayó un 85%, lo que generó una enorme ampliación del desempleo y la falta de trabajo.

El cierre de locales en los centros comerciales por la imposibilidad de sostener un alquiler, empelados, impuestos y además lidiar con el poco consumo del país en general, hizo que varios comerciantes decidan o cerrar sus negocios (provocando un vaciamiento de locales) o bien reinventarse buscando disminuir costos.

En tal sentido hubo un marcado crecimiento del comercio ilegal, con la venta ambulante que se diseminó y creció en diferentes puntos de la ciudad. También hubo quienes buscaron vender mercadería por fuera de locales, apoyándose en las e-comerce, lo que definió una nueva forma de consumo en la ciudad.