Con la intención de mejorar la calidad educativa de los alumnos que, por diversos motivos, no pudieron mantenerla a lo largo de la pandemia, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anunció que habrá clases los sábados y a contraturno para los chicos que lo necesiten.

Esto significa que no todos los chicos deberán ir a la escuela los sábados, sino que serán solamente los que lo necesiten, de acuerdo a la estimación de cada docente. Lo harán a través del Programa ATR (Acompañamiento a las Trayectorias y la Revinculación) y será solo para aquellos alumnos que "hayan tenido mayores dificultades" con el objetivo de "afianzar los contenidos para chicos y chicas de la provincia".

Para desarrollar el programa habrá afectados unos 30.000 docentes que recibirán una remuneración igual que cualquier otro día de clases. De acuerdo con versiones extraoficiales, se pagarían, así como ocurre con cualquier hora de clase, pero como una bonificación que no tendría impacto sobre el régimen jubilatorio y otros pluses salariales.