Hubo hace mucho tiempo un slogan publicitario que afirmaba que Argentina era “un país con buena gente”. Esa frase bien podría quedar de lado si englobamos a las 30 o 40 empresas que se encargan de la remarcación de precios en distintos rubros, aunque el alimenticio ha sido el más golpeado por la corrida cambiaria que ¿ellos mismos generaron?

El tema, a modo de resumen, es más o menos así. Tras la irresponsable renuncia de Guzmán en Economía el sábado a la tarde y la llegada de Batakis el domingo a la hora de la cena, se produjo una nueva corrida especulativa que llevó el dólar blue a 280 pesos. Si bien se realizaron pocas operaciones, sirvió como eje para que los medios monopólicos del país (La Nación y Clarín) anuncien una debacle a la vuelta de la esquina.

En medio de rumores sobre posibles saqueos, la actividad comercial en el AMBA se vio alterada por el miedo y la especulación. Con el correr de la semana la situación se fue normalizando con un detalle: entre lunes y martes, los formadores de precios anunciaron aumentos de un 35% en promedio “por las dudas”, “por la suba del dólar”, “por la falta de confianza de los mercados”, etc…

Pese a que el dólar se estabilizó en unos 450 pesos promedio (30 menso que en la apertura el lunes), esa diferencia no se vio reflejada en los aumentos. Es decir, lo que subió el lunes, no bajó el jueves, como si lo hizo el dólar….

n el pelotón de los que aumentaron muy sobre la media están las siguientes firmas: Vicentín (que no sólo fabrica aceites y derivados sino algodones y pañales), Nestlé, Milkaut, Molinos Río, Molino Cañuelas, Papelera del Plata, Unilever, Ledesma, Dominó, Hileret, La Cachuera, La Virginia y Dos Hermanos. Son, de acuerdo a la información a la que accedió este diario, más de 200 productos de consumo básico entre los que hay azúcar, edulcorantes, leches, pan rallado, galletitas, mayonesa Hellmas y Caldos Knorr (Unilever), café instantáneo Nescafé y caldos Maggi (de Nestlé), yerba mate Amanda, papel higiénico y rollos de cocina (Papelera del Plata).