

La venta ilegal en la ciudad sigue creciendo a pesar de los esfuerzos del municipio por controlar a los puesteros, manteros y feriantes que venden mercaderías en diferentes puntos de la ciudad. De acuerdo a un informe elaborado por la Cámara Argentina de Comercio, la suba entre noviembre y diciembre fue del 136%, un número verdaderamente preocupante.
Así las cosas, se le pone número a una realidad absolutamente conocida en la ciudad. Los vendedores ambulantes y las ferias son una constante en diferentes plazas, espacios públicos y barrios por fuera del casco, donde la gente busca ganarse el dinero como puede.
El municipio viene trabajando desde hace algunos años para solucionar el problema, pero no encuentra resultados. Primero fue a través de una represión en Plaza San martín y luego con reubicación de manteros y feriantes a la periferia, lo que no funcionó debido a la escasez de ventas.